SORTEOS DEL TEC DE MONTERREY

viernes, 8 de febrero de 2019

La fertilidad y la diabetes

La Diabetes es un trastorno que lamentablemente también afecta los niveles de fertilidad, tanto en hombres como en mujeres, y esto en algunos casos puede llegar a convertirse en dificultades para procrear.

Y claro esta que, luego de cierto tiempo buscando concebir un niño, los constantes intentos fallidos pueden traer aparejadas "culpas" e inestabilidad a la pareja.

Veamos de qué manera afecta la diabetes a cada género en particular:

Efectos en mujeres

La Diabetes produce cambios hormonales, lo que suele causar menarquía (retraso en el periodo menstrual), así como también puede acelerar la aparición de la menopausia, lo que se refleja en un acortamiento del ciclo de fertilidad.

Además es importante tener en cuenta que si se suma la Diabetes a problemas de obesidad, puede darse un fallo en la función ovárica, y la consecuencia directa es la imposibilidad de concebir.

Efectos en hombres

La Diabetes también reduce el nivel de fertilidad en los hombres debido a que el material genético de su esperma está más fragmentado por los altos niveles de glucosa. Esto fue demostrado por un estudio británico sobre muestras de ADN de hombres con y sin Diabetes.
Precisamente la hiperglucemia aumenta la presencia de radicales libres en el cuerpo, causantes del daño genético de los espermatozoides. Y el mayor daño que genera es un envejecimiento prematura en el ADN de los espermas.

¿A qué se debe este problema?

La infertilidad en personas con diabetes (ambos problemas del sistema endocrino), es ocasionada principalmente por fallas en la producción de insulina.

¿Qué medidas se pueden tomar?

Es necesario regular los niveles de glucosa, para luego de un tiempo prudencial poder realizar nuevos estudios de fertilidad. En la mayoría de los casos, mantener niveles normales de azúcar en sangre es suficiente para recuperar buenos niveles de fertilidad.

En caso que no sea así deberá consultar a un especialista, y si es necesario, someterse a un tratamiento específico que no interfiera con otros medicamentos que puedan estar suministrándole.

Es importante supervisar constantemente cualquier tratamiento hormonal para la fertilidad al que sea sometido, ya que el exceso de los mismos puede repercutir de manera negativa en su diabetes.

Lecturas relacionadas:


lunes, 4 de febrero de 2019

8 Mitos sobre la insulina.

Comenzar a inyectarse insulina suele generar ciertos temores, y en base a las consultas que recibo a diario, puedo asegurarle que no siempre esos temores tienen fundamentos lógicos.

Aquí quiero hablarle de algunos mitos que existen sobre la insulina...

Mito 1. La mejor insulina es la animal.

No es cierto. Hoy día se utiliza insulina sintética, desarrollada en laboratorios, la cual resulta muy efectiva para controlar los niveles de glucosa.

Mito 2. La insulina causa dependencia.

No es cierto. La insulina es una hormona necesaria para el organismo, y sin ella no puede convertirse correctamente la glucosa en energía. Las inyecciones deben darle al organismo la cantidad necesaria para que pueda trabajar correctamente, reemplazando la insulina que no puede producirse de manera natural.

Mito 3. La insulina es ajena a su cuerpo

No es cierto. La insulina es una hormona vital, no sólo para los humanos, sino también para el resto de los animales. Las personas con Diabetes tipo 1 no la secretan, por eso forzosamente tiene que inyectarla. Las personas con Diabetes tipo 2 no la producen adecuadamente, por ello es probable que requieran de ella.

Mito 4. Puede administrarse insulina oral

No es verdad. La insulina se degrada en el sistema digestivo y su acción queda anulada. Es por ese motivo que hasta el día de hoy no se ha podido desarrollar una solución por vía oral que reemplace a las inyecciones, y que pueda llegar correctamente a las células. 

Mito 5. Cuanto más insulina me inyecte mejor resultado.

No es cierto. La dosis de insulina debe regularse de acuerdo a lo que cada organismo necesita, y esa medida será dada por su medico luego de los análisis necesarios. Dosis excesivas de insulina pueden provocar hipoglucemia.

Mito 6. La insulina provoca sed.

No es cierto. Si la dosis de insulina que se inyecta es la que el organismo necesita, no provocará sed excesiva. Si usted siente demasiada sed, es posible que sus niveles de glucosa estén elevados, y es recomendable consultarlo con su médico para que revea la dosis. 

Mito 7. La aguja con la que se aplica la inyección de insulina puede romperse y ser absorbida por el organismo.

No es frecuente que se rompa la aguja al aplicar la inyección. Si ello sucediera, lo mejor es acudir a un servicio médico para que extraiga la parte que ha quedado incrustada, ya que no se eliminará en forma natural.

Mito 8. La retinopatía puede prevenirse con la aplicación directa de insulina en los ojos.

No es cierto. De ninguna manera la retinopatía se previene con la aplicación de insulina en los ojos. Lo único que se logra con eso es provocar irritación y lagrimeo.


Espero que este texto haya sido de su interés, y que pueda compartirlo con otras personas que estén luchando contra la diabetes.

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